El amaranto es considerado un súper alimento por las propiedades nutritivas que posee, entre las que se encuentran: el gran contenido de minerales y vitaminas naturales: a, b, c, b1, b2 y b3. Es fuente de ácido fólico, además de proporcionar niacina, calcio, hierro y fósforo.
¿Sabías qué…?
Así como la chía, el frijol y el maíz, el amaranto fue uno de los principales alimentos empleados en la época precolombina en México y gran parte de Centroamérica. Los Mayas, quienes fueron los primeros en usarlo, lo llamaban “xtes” y lo utilizaban como cultivo de alto rendimiento, apreciado especialmente por su valor alimenticio.
Entre las principales formas de consumo está utilizarlo principalmente como cereal reventado, del cual se elaboran alegrías (un dulce típico mexicano), cereales, granolas, tamales, atoles, pinole y mazapán. Otros deliciosos productos elaborados con su harina son las tortillas, las galletas, los panqués, la horchata y ciertas bebidas chocolatadas.
Entre los beneficios nutricionales del amaranto, se encuentran:
- Contiene lisina (aminoácido) el cual te ayudará con la memoria y alto aprendizaje.
- Proteínas. Contiene el doble de proteína que el maíz y el arroz y hasta 80% más que el trigo ¡no olvides incluirlo en el desayuno!
- Es fuente de ácido fólico y calcio así ayuda a fortalecer tus huesos.
- El amaranto aporta fibra a tu cuerpo que favorece el correcto funcionamiento del aparato digestivo.
La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos nombró al amaranto como “el mejor alimento de origen vegetal para el consumo humano”, por ello, te invitamos a disfrutar de las bondades del amaranto con esta deliciosa ensalada:
Ingredientes
- Amaranto – 2 ½ tazas
- Aguacate – 3 piezas cortadas en cuadraditos pequeños
- Zanahorias – 2 piezas ralladas finamente
- Cilantro – 1 puñadito de hojas picadas
- Lechuga – 1 pieza
- Champiñones – 6 piezas en rebanadas finas
- Arúgula – ½ manojo
- Limón – ½ taza de jugo exprimido
- Aceite de oliva – 6 cucharadas
- Mostaza tipo Dijon – 1 cucharada
- Miel – 1 cucharada
- Sal y pimienta – al gusto
Preparación
Colocamos el amaranto en un tazón y lavamos bien con agua templada.
Colamos cuidadosamente para evitar la pérdida de granos.
Vertimos el amaranto en una olla grande.
Añadimos 2,5 litros de agua fría, condimentamos con sal y dejamos hervir a fuego bajo durante 30 minutos o hasta que el grano esté tierno.
Colamos nuevamente con un colador de malla fina y reservamos el líquido para más tarde.
Mezclamos en un tazón el jugo de limón con la mostaza y la miel.
Salpimentamos, agregamos el aceite de oliva y batimos hasta conseguir una mezcla homogénea.
Utilizamos otro tazón para colocar la zanahoria, el cilantro y los champiñones.
Mezclamos y sazonamos.
Incorporamos cuidadosamente el aguacate para que no se deshaga.
Colocamos el amaranto junto con el resto de los alimentos y decoramos con la lechuga deshojada.
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